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lunes, 24 de abril de 2017
sábado, 11 de febrero de 2017
SABER CONVIVIR
Aunque el texto que vamos a poner, es del siglo V, sigue siendo actual lo que propone: saber convivir en el Amor, ya sea en la familia, en una comunidad, con los compañeros de trabajo o del colegio.
Creo que nos puede ayudar a todos.
De los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella
(Sermón 31: PL 194, 1292-1293)
LA PREEMINENCIA DE LA CARIDAD
¿Por qué, hermanos, nos preocupamos tan poco de nuestra mutua salvación, y no procuramos ayudarnos unos a otros en lo que más urgencia tenemos de prestarnos auxilio, llevando mutuamente nuestras cargas, con espíritu fraternal? Así nos exhorta el Apóstol, diciendo: Ayudaos a llevar mutuamente vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo; y en otro lugar: Sobrellevaos mutuamente con amor. En ello consiste, efectivamente, la ley de Cristo. Cuando observo en mi hermano alguna deficiencia incorregible -consecuencia de alguna necesidad o de alguna enfermedad física o moral-, ¿por qué no lo soporto con paciencia, por qué no lo consuelo de buen grado, tal como está escrito: Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán? ¿No será porque me falta aquella caridad que todo lo aguanta, que es paciente para soportarlo todo, que es benigna en el amor?
Tal es ciertamente la ley de Cristo, que, en su pasión, soportó nuestros sufrimientos y, por su misericordia, aguantó nuestros dolores, amando a aquellos por quienes sufría, sufriendo por aquellos a quienes amaba.
(Sermón 31: PL 194, 1292-1293)
LA PREEMINENCIA DE LA CARIDAD
¿Por qué, hermanos, nos preocupamos tan poco de nuestra mutua salvación, y no procuramos ayudarnos unos a otros en lo que más urgencia tenemos de prestarnos auxilio, llevando mutuamente nuestras cargas, con espíritu fraternal? Así nos exhorta el Apóstol, diciendo: Ayudaos a llevar mutuamente vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo; y en otro lugar: Sobrellevaos mutuamente con amor. En ello consiste, efectivamente, la ley de Cristo. Cuando observo en mi hermano alguna deficiencia incorregible -consecuencia de alguna necesidad o de alguna enfermedad física o moral-, ¿por qué no lo soporto con paciencia, por qué no lo consuelo de buen grado, tal como está escrito: Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán? ¿No será porque me falta aquella caridad que todo lo aguanta, que es paciente para soportarlo todo, que es benigna en el amor?
Tal es ciertamente la ley de Cristo, que, en su pasión, soportó nuestros sufrimientos y, por su misericordia, aguantó nuestros dolores, amando a aquellos por quienes sufría, sufriendo por aquellos a quienes amaba.
Por el contrario, el que hostiliza a su hermano que está en dificultades, el que le pone asechanzas en su debilidad, sea cual fuere su debilidad, se somete a la ley del diablo y la cumple.

Cualquier género de vida, cualesquiera que sean sus prácticas o su porte exterior, mientras busquemos sinceramente el amor de Dios y el amor del prójimo por Dios, será agradable a Dios.
La caridad ha de ser en todo momento lo que nos induzca a obrar o a dejar de obrar, a cambiar las cosas o a dejarlas como están.
Ella es el principio por el cual y el fin hacia el cual todo debe ordenarse. Nada es culpable si se hace en verdad movido por ella y de acuerdo con ella.
Quiera concedérnosla Aquel a quien no podemos agradar sin ella, y sin el cual nada en absoluto podemos, que vive y reina y es Dios por los siglos inmortales.
Quiera concedérnosla Aquel a quien no podemos agradar sin ella, y sin el cual nada en absoluto podemos, que vive y reina y es Dios por los siglos inmortales.
jueves, 9 de febrero de 2017
LA CONFIANZA Y LA HUMILDAD
Aquí tenemos unos enlaces que nos pueden ayudar a encontrar la paz del alma, a dejar todo el peso de nuestra vida en Dios.
Y si tienes deseos de escuchar algo que también ayuda, aquí te pongo un vídeo, con una canción basada en unos escritos de San Pío di Pietrelcina (Padre Pío). Pincha en el siguiente enlace:
lunes, 6 de febrero de 2017
martes, 24 de enero de 2017
HOY: 49 AÑOS
Acontecimiento importante para Ignis Ardens el que conmemoramos el 24 de enero, ya que se cumple casi medio siglo desde la llegada de Antonia Colado Plaza a Alicante, donde inició toda la labor apostólica que conocemos.
Os invitamos a releer un poquito la historia en la pestaña "NUESTRAS RAÍCES" para comprobar, una vez más, que... "el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres" (Salmo 125).
Y como en las cosas de Dios, no existen las "casualidades", sino las "Jesualidades", como dice un conocido nuestro, es curioso que también el 24 de enero, se celebre a otro gran santo como San Ildefonso: SAN FRANCISCO DE SALES, que promovió tanto la santidad en todos los estados de vida, al igual que Antonia, no sólo en el estado religioso o sacerdotal, sino entre los laicos, las familias, todas las profesiones, como podemos comprobar leyendo uno de sus libros: INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.
Aquí compartimos unos párrafos de este precioso libro que no debéis pasar mucho tiempo sin leer, del que también tenía conocimiento nuestra fundadora:
Dice San Francisco de Sales:
"Donde quiera que estemos, podemos y tenemos que aspirar a una vida perfecta."
"En la creación, manda Dios a las plantas que lleven sus frutos, cada una según su especie; de la misma manera que a los cristianos, plantas vivas de la Iglesia, les manda que produzcan frutos de devoción, cada uno según su condición y estado".
Si queréis descargar el libro en vuestros dispositivos, probad con este enlace:
Descarga: LIBRO VIDA DEVOTA
De nuevo hoy nos recuerda el Señor que se hizo presente en nuestras vidas con la llegada de Antonia a esta diócesis hace 49 años. ¡Todo un don de Dios!
Os invitamos a releer un poquito la historia en la pestaña "NUESTRAS RAÍCES" para comprobar, una vez más, que... "el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres" (Salmo 125).
Y como en las cosas de Dios, no existen las "casualidades", sino las "Jesualidades", como dice un conocido nuestro, es curioso que también el 24 de enero, se celebre a otro gran santo como San Ildefonso: SAN FRANCISCO DE SALES, que promovió tanto la santidad en todos los estados de vida, al igual que Antonia, no sólo en el estado religioso o sacerdotal, sino entre los laicos, las familias, todas las profesiones, como podemos comprobar leyendo uno de sus libros: INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.
Aquí compartimos unos párrafos de este precioso libro que no debéis pasar mucho tiempo sin leer, del que también tenía conocimiento nuestra fundadora:
Dice San Francisco de Sales:
"Donde quiera que estemos, podemos y tenemos que aspirar a una vida perfecta."
"En la creación, manda Dios a las plantas que lleven sus frutos, cada una según su especie; de la misma manera que a los cristianos, plantas vivas de la Iglesia, les manda que produzcan frutos de devoción, cada uno según su condición y estado".
Si queréis descargar el libro en vuestros dispositivos, probad con este enlace:
Descarga: LIBRO VIDA DEVOTA
sábado, 7 de enero de 2017
HABITAR EN EL AMOR
Mañana, Domingo, celebraremos el Bautismo del Señor, con el cual cerramos el Tiempo Litúrgico de la Navidad. Y el lunes, comenzaremos el Tiempo Ordinario.
El Tiempo Ordinario tiene su gracia particular que hay que pedir a Dios y buscarla con toda la ilusión de nuestra vida: así como en este Tiempo Ordinario vemos a un Cristo ya maduro, responsable ante la misión que le encomendó su Padre, le vemos crecer en edad, sabiduría y gracia delante de Dios su Padre y de los hombres, le vemos ir y venir, desvivirse por cumplir la Voluntad de su Padre, brindarse a los hombres…así también nosotros en el Tiempo Ordinario debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad Santísima de Dios. Esta es la gracia que debemos buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario.
Crecer. Crecer. Crecer. El que no crece, se estanca, se enferma y muere.
Debemos crecer en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas.
Debemos crecer también en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos.
¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo esto!
El Tiempo Ordinario se convierte así en un gimnasio auténtico para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad…y todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor!
Cristo, déjanos acompañarte durante este Tiempo Ordinario, para que aprendamos de ti a cómo comportarnos con tu Padre, con los demás, con los acontecimientos prósperos o adversos de la vida. Vamos contigo, ¿a quién temeremos? Queremos ser santos para santificar y elevar a nuestro mundo
(Texto gentileza de P. Jordi Rivero, LC - Catholic.net)
Y ahora, para culminar este precioso tiempo de Navidad, os invito a gozar de este escrito de otro de nuestros santos patronos: San Rafael Arnaiz, que nos invita a HABITAR EN EL AMOR, a poner todo nuestro corazón en agradar a SÓLO DIOS y encontrar en Él NUESTRA VIDA. De sus apuntes espirituales:
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MI CENTRO ES DIOS |
1 de enero de 1938 – sábado
En la oración de esta mañana he hecho un voto. He hecho el voto de amar siempre a Jesús.
Me he dado cuenta de mi vocación. No soy religioso…, no soy seglar…,
no soy nada… Bendito Dios, no soy nada más que un alma enamorada de
Cristo. Él no quiere más que mi amor, y lo quiere desprendido de todo y
de todos.
Virgen María, ayúdame a cumplir mi voto.
Amar a Jesús, en todo, por todo y siempre… Sólo amor. Amor humilde,
generoso, desprendido, mortificado, en silencio… Que mi vida no sea más
que un acto de amor.
Bien veo que la voluntad de Dios, es que no haga los votos
religiosos, ni seguir la Regla de san Benito. ¿He de querer yo lo que no
quiere Dios?
Jesús me manda una enfermedad incurable; es su voluntad que humille
mi soberbia ante las miserias de mi carne. Dios me envía la enfermedad.
¿No he de amar todo lo que Jesús me envíe?
Beso con inmenso cariño la mano bendita de Dios que da la salud cuando quiere, y la quita cuando le place.
Decía Job, que pues recibimos con alegría los bienes de Dios, ¿por
qué no hemos de recibir así los males? ¿Mas acaso todo eso me impide
amarle?… No…, con locura debo hacerlo.
Vida de amor, he aquí mi Regla…, mi voto… He aquí la única razón de vivir.
Empieza el año 1938. ¿Qué me prepara Dios en él? No lo sé… ¿Quizás no
me importe?… Menos ofenderle me da lo mismo todo… Soy de Dios, que haga
conmigo lo que quiera. Yo hoy le ofrezco un nuevo año, en el que no
quiero que reine más que una vida de sacrificio, de abnegación, de
desprendimiento, y guiada solamente por el amor a Jesús…, por un amor
muy grande y muy puro.
Quisiera mi Señor, amarte como nadie. Quisiera pasar esta vida, tocando el suelo solamente con los pies.
Sin detenerme a mirar tanta miseria, sin detenerme en ninguna criatura.
Con el corazón abrasado en amor divino y mantenido de esperanza.
Quisiera Señor, mirar solamente al cielo, donde Tú me esperas, donde
está María, donde están los santos y los ángeles, bendiciéndote por una
eternidad, y pasaron por el mundo solamente amando tu ley y observando
tus divinos preceptos.
¡Ah!, Señor, cuánto quisiera amarte. ¡Ayúdame, Madre mía!.
He de amar la soledad, pues Dios en ella me pone.
He de obedecer a ciegas, pues Dios es el que me ordena.
He de mortificar continuamente mis sentidos.
He de tener paciencia en la vida de comunidad.
He de ejercitarme en la humildad.
He de hacer todo por Dios y por María
domingo, 25 de diciembre de 2016
NO TEMAS SU LUZ
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ACOGE SU TERNURA |
(Papa Francisco, Misa de Gallo, 24 de diciembre de 2016).
Sí, es para volverse loco de alegría, pensar que Dios nos ama personalmente. Créelo. Él te conoce, conoce todo lo tuyo y le afectan tus sufrimientos, porque Dios es tu Padre y qué padre, que se precie de serlo, permanecerá indiferente ante los sufrimientos que pudiera tener un hijo de su amor?
El es la Ternura que Salva y quiere que le dejes las riendas de tu vida, porque desea darte la VIDA PLENA que vino a traer.
Míralo, déjate interpelar por su ternura, busca su mirada llena de amor que viene en esa situación actual en la que te encuentras. Entrégale TODA tu vida y deja que SU PAZ te inunde el corazón.
Ya habrás descubierto, a lo largo de tu vida, que la Navidad no es precisamente lo que quiere vendernos el mundo consumidor.
Esta vez, el fruto del Amor de Dios, su Hijo Jesucristo, va a cambiar tu corazón, tu vida entera si le dejas.
Entonces, la Navidad sí llegará a todos, porque tu sonrisa, tu mirada, tus gestos, tus obras, tus palabras hablarán del milagro de amor que Dios hizo en tu corazón.
domingo, 18 de diciembre de 2016
domingo, 11 de diciembre de 2016
ADVIENTO CON LOS SANTOS III
Estamos en el Tercer Domingo de Adviento, llamado "GAUDETE".
Si quieres saber por qué se lo denomina así, te invito a que leas en el siguiente enlace: DOMINGO GAUDETE
De todos modos, para continuar con lo que habíamos prometido, tienes aquí otro texto de cómo vivían los santos este tiempo de Adviento.
Hoy tenemos al querido HERMANO RAFAEL (San Rafael Arnáiz Barón).
Si quieres saber por qué se lo denomina así, te invito a que leas en el siguiente enlace: DOMINGO GAUDETE
De todos modos, para continuar con lo que habíamos prometido, tienes aquí otro texto de cómo vivían los santos este tiempo de Adviento.
Hoy tenemos al querido HERMANO RAFAEL (San Rafael Arnáiz Barón).
El
Hermano Rafael nos ayuda a vivir el Adviento encendidos en el amor a
Dios. Vemos que esa es la actitud del alma enamorada: AMOR
IMPACIENTE, DESEO ARDIENTE DE QUE LLEGUE EL SEÑOR, HUMILDAD CONFIADA
EN SU VENIDA, ANSIAS DE ENTREGA TOTAL, DESPRENDIMIENTO DE TODO POR
AMOR A DIOS.
Carta
a su tía María, Duquesa de Maqueda desde Oviedo, 4 de diciembre de
1935 (tenía 24 años).
“El
día 8, si Dios quiere, renovaremos nuestro ofrecimiento al Señor de
todo lo que somos…, de todo lo que tenemos… Le volveremos a
ofrecer las flores del camino…
Te
mando este dibujo que he hecho yo para que te acuerdes… No vale
nada, no está todo lo bien que yo quisiera…, pero es el resumen
de toda esta temporada; para mi por lo menos… Sigamos adelante, sin
mirar a los lados, desnudos de todo y sin mirarnos a nosotros mismos.
Con los ojos fijos en la Cruz… Es tan corto el camino, ¿no te
parece? Qué más da todo.
Si,
hermanilla, sí, démonos prisa a ser santos; estemos preparados para
cuando llegue el Esposo, tengamos encendidas nuestras lámparas… No
nos ocupemos de más…
La
ermita que yo le preparo a Jesús, no sé qué tal será, pero te
aseguro que es con un amor impaciente… ¡Cuánto tarda en llegar mi
Jesús…! Qué larga es la espera… Pero, qué dulce es el esperar
al que ama de veras ¿Verdad?
Qué
consuelo tan grande, Señor, cuánto te quiero, y cuánto me quieres
Tú… Qué vergüenza el temor a todo lo que represente sacrificio,
cuando Tú, Señor, viniste al mundo desnudo, con frío, desamparado
y perseguido; qué vergüenza… Y yo, en cambio… Cuánto te
quiero, Señor, estas Navidades no sabré qué decirte, no podré…
Tendré que callarme.
Hermanilla,
¿de veras que le vamos a recibir bien? Mira, es capaz de venir
solamente por nosotros, de tanto que nos quiere… Qué bueno es
Jesús… Qué pena, el mundo no lo sabe. ¿Vamos a poner nosotros
todo el amor que el mundo no le tiene?… Vamos a pedírselo así a
María… Vamos a ayudar a la Virgen en el Portalico…
¡Ah!,
hermanilla, cuántas cosas podemos hacer, qué sosos somos, qué
pobrecillos… Qué ansias tan grandes para lo pequeños que somos…
Dios…, Jesús, María, ¿sabemos lo que decimos?…, no. Tenemos
una idea solamente, ni amar un poco sabemos. Qué pobrecillos somos.
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Imagen de http://rafaelarnaiz.blogspot.com.es/2009_11_01_archive.html |
Jesús
pequeño…, Jesús Niño, ¡Cuánto te quiero! Permíteme estar
estas Navidades arrimado a una esquinita del Portal. Allí, callado,
sin ruido ni de zambombas ni panderetas; cantándote unos villancicos
muy dulces y muy tiernos dentro de mi pobre corazón lleno de llagas
y de miserias…, ,pero Tú lo vas a arreglar en este tiempo de
Adviento… Ya verás, Jesús, qué bueno voy a ser…, ,sin que el
mundo se entere, te voy a querer mucho más….
Quisiera
quitarte los guijarros y el barro que han de pisar tus divinos pies…
Quisiera hallaras en mí lo que no hallas en medio de los hombres que
te ofenden, con sus pecados, que no te conocen…, que los llamas y
no te oyen… Quisiera que el Portal fuese mi corazón… Qué
locura, Señor, perdóname… Déjame solamente estar en un
rinconcito…, pues no sé lo que me digo, no sé lo que te pido…
¡Quisiera amarte tanto!"
lunes, 28 de noviembre de 2016
domingo, 27 de noviembre de 2016
EL ADVIENTO CON LOS SANTOS: TERESITA DE LISIEUX
Habrás ya descubierto, paseando por nuestro blog, que uno de nuestros santos patronos es la entrañable Santa Teresita del Niño Jesús.
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ALIMENTAR EL DESEO DE DIOS |
¿Qué nos puede enseñar ella acerca del Adviento?
Podemos tomar nuestra propia vida como un camino de Adviento en el que mantenemos vivo el deseo de que venga el Señor y estemos con Él para poder contemplar Su Rostro cara a cara, con la confianza de un niño en los brazos de su Padre, que sabe que, aún haciendo muchas travesuras, no deja de ser amado con todo su ser.
Leamos el siguiente texto de nuestra querida Teresita de Lisieux:
"Usted, Madre, sabe bien que yo siempre he deseado ser santa. Pero, ¡ay!, cuando me comparo con los santos, siempre constato que entre ellos y yo existe la misma diferencia que entre una montaña cuya cumbre se pierde en el cielo y el oscuro grano que los caminantes pisan al andar. Pero en vez de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables (4); por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad. Agrandarme es imposible; tendré que soportarme tal cual soy, con todas mis imperfecciones. Pero quiero buscar la forma de ir al cielo por un caminito muy recto y muy corto, por un caminito totalmente nuevo".
Teresita nos enseña que, para contemplar el Rostro de Dios, con el cual quedaremos radiantes, tenemos que tener la audacia que nace de la humildad: reconocer y aceptar lo que somos: unos niños pequeños, débiles, pobres, que no podemos nada por nosotros mismos y así, arrojarnos con confianza a Sus amorosos brazos.
"Soy un alma muy pequeña, que sólo puede ofrecer cosas muy pequeñas a Nuestro Señor".
Lo mismo vemos en el Buen Ladrón, que fijando su mirada en los ojos de Jesús, se atrevió humildemente a pedirle que lo recibiera en su Reino. Sabemos la respuesta del Señor. Podemos esperar la misma respuesta de amor en cada confesión y en cada Eucaristía, que en este Adviento prepararemos con mucho amor, donde encontramos a Jesús que nos perdona, nos alimenta y nos ama y desea tenernos en Su Reino.
"El abandono, sólo el abandono a tus brazos me entrega, ¡Oh Jesús mío!, y es el que me hace vivir con la vida de tus elegidos. A tí, Divino Esposo, me abandono, y no quiero nada más en la vida que tu dulce mirada".
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TE AMO, CRÉELO |
Hoy te invito a que, en tu momento de oración, hagas como Teresita y como el Buen Ladrón. Atrévete a mirar a Jesús a los ojos y comprenderás con cuánto amor está esperando que confíes en Él.
Una vez que contemples los ojos de Jesús, ya no podrás dudar de Él, aunque tengas el alma como escarlata, como le decía Él a Santa Faustina Kowalska.
Resumiendo. Teresita nos enseña a mirar a Jesús y mirándolo, avivar nuestra confianza y nuestro deseo de que venga a nuestra vida. Eso es el Adviento.
ORACIÓN COLECTA PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO:
"Dios Todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el DESEO DE SALIR AL ENCUENTRO DE CRISTO, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo..."
Si quieres leer más de Santa Teresita, visita este enlace: BIOGRAFIA
HERALDOS DEL AMOR
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LA FAMILIA: ESCUELA DE AMOR A DIOS |
La santidad no es otra cosa que vivir en su plenitud de amor la vida divina que el Señor sembró en nuestras almas el día de nuestro Santo Bautismo.
Desde entonces somos hijos de Dios y esta semilla de amor, debe crecer día a día, cultivándola con nuestra colaboración (correspondencia y fidelidad a la Gracia), la vivencia plena de la vida sacramental, la oración, la abnegación (nuestro propio esfuerzo), cumplimiento perfecto de los deberes de nuestro estado y quien vive así, llega a esa felicidad a la cual ha sido llamado: la unión de amor con Dios. Eso es hacer la voluntad de Dios. Eso es la santidad: un sólo corazón: Dios y el alma.
No importa la vocación a la cual ha sido llamada cada alma: puede ser al sacerdocio, a la vida consagrada en cualquiera de sus formas, o a la vida matrimonial: todos tenemos este mismo llamamiento al Amor.
Un ejemplo de ello, lo encontramos en los recientemente canonizados, Luis Martín y Celia Guerín, padres de Santa Teresita. Ellos han sido propuestos como modelo de familia cristiana.
Si quieres conocer un poco más de esta admirable familia, puedes leer en el siguiente enlace: SANTOS LUIS Y CELIA MARTIN
martes, 1 de septiembre de 2015
jueves, 25 de diciembre de 2014
LECCION DE VIDA
Esta poesía preciosa escrita por José María Pemán es repetida frecuentemente por nuestra fundadora, Antonia Colado Plaza que tiene, actualmente 88 años. Queremos hacerla nuestra y esperamos, con la Gracia de Dios, poder decir lo mismo que ella al final de nuestra vida:
LECCIÓN DE VIDA
Ya es tiempo de sementera,
y en los surcos de la arada
se escucha ya la totada
que ayer se escuchó en la era.
Que este anhelo de poesía
de mi ser, que no se harta
jamás de luz y armonía
Dios se la dio al alma mía
para que yo la reparta.
Por eso busco los modos
de cantar en mis poesías
pasiones, que siendo mías,
son las pasiones de todos.
Y quisiera conseguir
hacer a todos sentir
un mismo anhelo infinito,
y, ante mis versos oír
a cada uno decir:
“eso lo hubiera yo escrito
si yo supiera escribir.”
Quiero hacer bien en mi vida,
para sentir en mi pecho
esa dulzura escondida
que engendra la indefinida
satisfacción del bien hecho.
Que es verdad que, aunque hay quien
nunca logrará entenderlo,
hay un goce en hacer bien
por solo el goce de hacerlo.
Y es que al que siembra este suelo
de rosales de poesía,
de esperanzas, de alegría,
de fortaleza y consuelo;
y el que le da a sus hermanos
rosas de consejos sanos
y palabras bondadosas…
¡Le queda siempre en las manos
algún perfume de rosas!
Siento en mi pecho bullir
ansias de amar con fervor…
¡Que quien no derrocha amor
no sabe lo que es vivir!
Compartir quiero mis días
con otras almas hermanas
y partir mis alegrías
que, en lo que tienen de humanas,
tan suyas son como mías:
Abrir a todos mis brazos
y consolar sus pesares,
y, entre rimas y cantares
darles la vida a pedazos.
Y, al fin, rendido quisiera
poder decir cuando muera:
Señor, yo no traigo nada
de cuanto tu amor me diera….
¡todo lo dejé en la arada
en tiempos de sementera!
Allí sembré mis ardores,
vuelve tus ojos allí,
que allí he dejado unas flores
de consuelos y de amores…
¡y ellas te hablarán de mi!
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