NUESTRAS RAÍCES

Un poco de historia...

Antonia Colado Plaza
En el año 1968 llegaba a Alicante una joven de Porzuna (Ciudad Real). Sólo iba de paso, el tiempo justo para arreglar sus papeles y marchar a América, como misionera, tal vez, durante el resto de su vida.

La impaciencia por empezar a comunicar aquello que había transformado su vida y la actividad que se movilizó en sólo unas semanas, cambiaron los planes de sus superiores para siempre... y comenzaron los planes de Dios: "Sus américas, dijo el Rvdo. D. José Soto Chuliá, están aquí".

Se inició así un movimiento que seguiría creciendo y reuniendo gente con deseos, como ella, de enterrarse como el grano de trigo para dar mucho fruto, de dejarlo todo, como los apóstoles, para seguir de cerca al Maestro.

Es que Antonia había formado parte de la Obra San Juan de Ávila, llamada también avilistas, fundada por el mencionado Rvdo. D. José Soto Chuliá, actualmente en proceso de beatificación. 

Esta clara fuente y llamarada de amor de Dios, no tardó en ir formando el corazón de Antonia que ardía en deseos de transmitir ese fuego que la quemaba por dentro.

Hay un testimonio de una madre de familia que puede hacernos vislumbrar lo que Antonia había recibido de este Santo Varón, testimonio que ha sido publicado en la página opusdeialdia.es:

S.D. D. José Soto Chuliá
"¿Qué es la Obra San Juan de Ávila para mí?

Os diré que…mi familia, mi casa, mis amigos, mi apoyo, mis hermanos, mi habitación en la Iglesia...
Obra de Dios avalada por la Santa Madre Iglesia y sostenida por el amor, la dulzura y la sabiduría de su santo fundador, elevado ya a los altares de nuestros corazones, que quemó hasta el último minuto de su existencia amando a Dios y a su Iglesia, padre de mártires y vírgenes, aliento para los sacerdotes, un niño sujeto al manto de la Madre, resplandor místico frente al Sagrario, llama capaz de hacer prender a los corazones más tibios y cansados con su ardiente corazón de hijo amador del Padre..
La Obra, para mí,… la puerta que me llevó de retorno al Padre. Manantial de virtudes, semillero de vocaciones, garantía de Santidad, escuela de padres, corazones que buscan ser uno solo en el sacramento del Matrimonio, desafío para los jóvenes, servicio desinteresado, vocación inmensamente contemplativa en medio del mundo, estrella que guía a muchos en las oscuridades del alma, amigos unidos en el corazón de Cristo, sencillez de vida y austeridad elegida, silencio en el estruendo, almas raíces, alegría hallada en el esfuerzo, apoyo en las contrariedades y la persecución. Servidores del Santo Padre. Oído y voz de Santos: San Juan de Ávila, Sta. Teresita, San Bernardo, San Roberto, Sta. Teresa Benedicta de la Cruz, San José Mª Escrivá, Santa Teresa, Beatos Manuel González, Juan Duarte, Francisco Castelló,…Buscadores de la verdad en la doctrina, apoyados firmemente en la técnica del Evangelio.
Limitaciones muchas…una de ellas: yo…gracias a Dios, humanos. Si no… ¿Qué haría allí?
Mi camino desde hace casi veinte años
¿Dónde hay que apuntarse? No hace falta, basta con ser un bautizado que ansía vivir en plenitud su bautismo.
¿Te pide mucho? No………..Te lo pide TODO.
¿Cuánto te da a cambio? El ciento por uno y no cabe engaño, el Señor es el administrador.
¿El ciento de TODO…?...el Cielo.
La meta de mi vida hoy…la Santidad, mi oficio…apóstol en mi vida ordinaria.
Mi regalo de cada día…el gozo de ser una hija amada de Dios, sujeta de su mano, arropada por Él, sin importarle mis muchas limitaciones y mi pequeñez,…bajo el manto de su Obra San Juan de Ávila.

Bautizada y madre de familia orientada por la Obra San Juan de Ávila."

Antonia Colado Plaza había nacido el 21 de febrero de 1926 en Porzuna (Ciudad Real). Hija menor de una familia de once hermanos, fruto del matrimonio cristiano compuesto por Vicente Colado Benito y Josefa Plaza Gómez. 

Bautizada en la parroquia de San Sebastián de Porzuna el día 7 de marzo de 1926. En su formación escolar conoció a Dª Mariana García Andrade, maestra que Antonia siempre recordaría con cariño por el trato personal que dedicaba a cada alumno.
Durante la Guerra Civil, Antonia, con diez años de edad, quedó en casa con su abuela materna porque sus padres y todos sus hermanos habían sido apresados o trasladados al frente de combate. Fueron años de prueba, donde Dios preparaba una voluntad fuerte que más tarde le sería muy necesaria.

Terminada la Guerra Civil recibió la Confirmación de manos del Obispo Monseñor D. Emeterio Echevarría Barrena. Poco después ingresó en organizaciones piadosas: María de los Sagrarios abandonados, Adoración Nocturna en el hogar, Asociación Hijas de María, Cófrade del Sagrado Corazón, Acción Católica, de la que fue presidenta varios años.

De modo espontáneo, como por un sentimiento infuso, concibió la idea de ser sólo para Dios. Las Carmelitas de Malagón, pueblo cercano al suyo, le insistían para que entrase en el convento.

Aunque Antonia encajaba mucho con el espíritu de Santa Teresa, no se veía llevando vida de clausura: "Las rejas, decía, las llevamos en el corazón" . Quería entregarse a Dios, pero sin salir del mundo.

Mientras ella sentía la inquietud de consagrarse a Dios sin dejar el mundo, en el año 1947, el Papa Pío XII anunciaba en la Constitución Apostólica "Provida Mater Ecclesia" lo siguiente:

"... El benignísimo Señor, que sin acepción de personas invitó una y otra vez a todos los fieles a perseguir y practicar la perfección en todas partes, dispuso con el consejo de su admirable providencia divina que aún en el siglo, por tantos vicios depravado, sobre todo en nuestros tiempos, florecieran y florezcan en gran número almas selectas que  no solamente arden en el deseo de la perfección individual, sino que permaneciendo en el mundo por una vocación especial de Dios, puedan encontrar óptimas y nuevas formas de asociación cuidadosamente acomodadas a las necesidades de los tiempos, que les permitan llevar una vida magníficamente adaptada a la adquisición de la perfección cristiana"
Encuentro con la Obra San Juan de Ávila

Tras preguntar al ejemplar párroco de su pueblo, Rvdo. D. Germán Doncel Villaroel sobre la posibilidad de vivir su consagración a Dios dentro del mundo, sin hábitos ni rejas, la respuesta afirmativa de éste le llenó de esperanza.

Poco tiempo después, cuando Antonia tenía 25 años, vino una persona a Porzuna invitando a las jóvenes a unos Ejercicios Espirituales dirigidos por el Rvdo. D. José Soto Chuliá, quien proponía un elevado ideal de santidad que cautivó a Antonia, ideal que no abandonaría nunca.

Desde ese momento se entregó a la vida misional, abandonando casa y familia, dejando  a su padre viudo y solo, con la certeza de ofrecerle un bien mayor que su propia compañía. Viviendo de la providencia recorrió muchas provincias de España, como Málaga, Albacete, Cádiz, Jaén, Córdoba, Sevilla, Valencia...

La mayor parte de esta etapa la vivió bajo la dirección de D. José Soto Chuliá quien marcó profundamente la espiritualidad de Antonia, que viviría como avilista más de veinte años.

Las ideas del Padre Soto iban calando en ella: Vivir la pobreza y el desprendimiento de los bienes materiales; desprendimiento también de la familia para dedicarse por completo a la familia de los hijos de Dios y al grupo que posteriormente se formaría en torno a ella, ya que el alma entregada a Dios debe estar desprendida de todo.

Otra idea importante es la de practicar la obediencia con el convencimiento de que el que obedece no se equivoca, pues rendimos nuestra voluntad ante la voluntad de nuestro Padre Dios y como repetía el Padre Soto: "El máximum de iniciativas con el máximun de rendimiento de juicio. Pendientes sólo de Dios; dar cuenta y seguir caminando. La desconfianza en uno mismo y la confianza en Dios, dará iniciativas si hay limpieza de corazón".

También era propio de la espiritualidad del Padre Soto dedicar tiempo a la lección, reflexión, oración; devoción a la Santísima Virgen; no quejarse de nada ni de nadie; trabajar incansablemente en lo que Dios nos ponga delante; confiar en la Providencia; ayudar a los sacerdotes en la labor pastoral para que no se encuentren tan solos...

Antonia llega a Alicante. Inicio de una inquietud

En 1969, a los 42 años fue elegida para seguir la labor apostólica en América del Sur pero, mientras preparaba la documentación, fue enviada a la Diócesis de Orihuela-Alicante, instalándose en Callosa de Segura.

Antonia trabaja incansablemente en el apostolado teniendo reuniones con madres y jóvenes en distintos pueblos de la Provincia de Alicante, siguiendo el espíritu apostólico que había recibido del Padre Soto:

"¡Cuánto puede un grupo de apóstoles en una parroquia! Parroquia que tenga ese grupo de apóstoles, parroquia salvada. ¡Cuántas almas lleva a Dios un alma muy de Dios!"

No tardan en unirse a ella un grupo de chicos y chicas y también matrimonios, que le siguen a todas partes.

Empiezan las actividades de campamentos en el Pirineo y luego en las montañas alicantinas y también en el Santuario de la Virgen de Belén en Almansa, años 1974 y 1975. Este último año fallece el Padre Soto.

Dirigida ahora por el Rvdo. D. Antonio Penalva, también de la Fraternidad San Juan de Ávila y siguiendo su consejo, en 1977 entiende que Dios le pide abrir nuevos caminos. El grupo surgido en torno  a ella había crecido y era necesario cuidarlo para acercarlo  a Dios, dejando que el Espíritu Santo siguiera soplando y dirigiendo la obra que el Señor había empezado en Antonia.

Nace una nueva familia

El grupo había crecido y eran muchas las cosas que se planteaba cada uno de sus miembros. La llamada estaba golpeando  a la puerta y esto significaba dejar cosas, pero no para perder, sino para ganar más, como dice el Evangelio: "el ciento por uno y la vida eterna"(Mc 10, 18-30)
 
El Señor estaba pidiendo a muchos de los que seguían a Antonia dejar la familia propia, para consagrarse al Señor, viviendo los consejos de castidad, pobreza y obediencia. Y aunque al principio el grupo no tenía entidad jurídica dentro de la Iglesia, personalmente sí que había un sentimiento común de una entrega total en el mismo, diciéndole Sí al Señor de forma definitiva.

Se empieza a crear en torno a Antonia un clima familiar que será una característica del grupo: vivir en familia y hacer de esta familia un lugar donde todos, en cualquier momento, pueden ser acogidos. Espíritu que se llevará a los campamentos y colegios que posteriormente serán campo apostólico para esta institución naciente.

Campamentos, colegio y aprobaciones diocesanas

A partir de entonces, en todos los veranos se culminaría la labor pastoral del curso con los campamentos. Primero en SANI (Ibi), luego en la Carrasqueta, situada en el término municipal de Jijona (1978-1982), perteneciente al Obispado, con un pabellón construido por los miembros del grupo. Después, en 1983m, el grupo vuelve a construir un campamento en Alcoy, (El Hontanar), que sigue funcionando en la actualidad (2015).

En 1981 el grupo es inscrito en el Registro Civil como Asociación Juvenil HASTADONDE, con la idea de que no sabemos hasta dónde nos llevará el Señor si somos fieles a las exigencias de nuestro Bautismo, porque Antonia siempre ha querido "despertar la conciencia cristiana" de todas las personas que, estando bautizadas, no son conscientes de la riqueza que eso supone. Se inicia también este año en la zona del Maigmó la construcción de una casa grande para albergar a la familia que había surgido alrededor de Antonia, familia que reuniría a niños, jóvenes y matrimonios con sus hijos. Se trataba de la Casa de Ejercicios de la institución naciente, construida con las manos de todos, sin recursos económicos pero con mucha esperanza y ganas de darlo todo por Dios. Esto era lo que Antonia había infundido en todo el grupo.

En 1983 se da un paso más: el Excmo. y Rvdmo. D. Pablo Barrachina y Estevan, obispo de la diócesis, reconoce dicha asociacion como Asociación pública de fieles.

En 1985 la institución compra una Guardería Infantil, el "Ángel de la Guarda".

Antonia y Francisca Navarro
25º Aniversario de la Guardería


La situación social ha cambiado y la inquietud de Antonia de llegar a las familias le mueve  a embarcarse en esta nueva empresa de tener un Colegio, con el único fin de ayudar a los padres a que descubran la llamada a la santidad que todos tienen, sólo por el hecho de ser bautizados. Siguiendo el carisma de la fundadora, el Colegio se iría convirtiendo en una gran familia, donde los padres y sus hijos se sienten queridos. Un lugar donde pueden desahogarse porque siempre hay alguien que les escucha.

En 1983 el Excmo. y Rvdmo. D. Francisco Álvarez Martínez, nuevo obispo de la diócesis, viendo el espíritu que mueve la institución, comprende que un grupo donde viven personas consagradas a Dios con los tres consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, necesita un reconocimiento mayor por parte de la Iglesia. Se inician así, los trámites para que sea reconocido como Instituto Secular de Derecho diocesano con el nombre de "Ignis Ardens" (Fuego Ardiente). El M.I. Mons. Ildefonso Cases Ballesta, ayudó a Antonia a redactar los estatutos y plasmar en ellos el carisma fundacional.

La familia ha crecido y, tras varios años de súplicas de los padres para ampliar el colegio, la institución, dejada llevar por los impulsos del Espíritu, se lanza a una nueva andadura abarcando dos etapas educativas más: Primaria y Secundaria. 




Colegio Ángel de la Guarda
Primaria y Secundaria

Y así, en 1995, el Sr. Obispo Mons. Francisco Álvarez (ya Arzobispo electo de Toledo), bendice el nuevo Colegio de Primaria y Secundaria.

En 1999 por fin llega la aprobación diocesana como Instituto Secular "Ignis Ardens". Ahora el obispo de la diócesis es el Excmo. y Rvdmo. D. Victorio Oliver Domingo.

En el año 2008, en la Asamblea General que tiene el Instituto en agosto, debido a que la fundadora ya no se encuentra en plenas facultades mentales es elegida como Directora General Dª Francisca Navarro Riquelme, que sigue ejerciendo como tal en la actualidad.
 
Nuevo edificio de
Bachiller Internacional
Los padres de los alumnos, al ver la educación que reciben sus hijos y el ambiente familiar que se respira en el colegio, insisten ahora para que se complete la etapa educativa previa a la universidad.

El proyecto que tiene ahora el instituto delante es ampliar los estudios abarcando Bachiller.

En 2013, el Sr. Obispo Mons. Jesús Murgui Soriano bendice el nuevo Centro de Bachillerato, dando inicio al nuevo curso escolar.

Hasta aquí lo vivido por el Instituto. 

El futuro está en las manos de Dios.