domingo, 27 de noviembre de 2016

EL ADVIENTO CON LOS SANTOS: TERESITA DE LISIEUX

Habrás ya descubierto, paseando por nuestro blog, que uno de nuestros santos patronos es la entrañable Santa Teresita del Niño Jesús.

ALIMENTAR EL DESEO DE DIOS
¿Qué nos puede enseñar ella acerca del Adviento?

Podemos tomar nuestra propia vida como un camino de Adviento en el que mantenemos vivo el deseo de que venga el Señor y estemos con Él para poder contemplar Su Rostro cara a cara, con la confianza de un niño en los brazos de su Padre, que sabe que, aún haciendo muchas travesuras, no deja de ser amado con todo su ser. 
Leamos el siguiente texto de nuestra querida Teresita de Lisieux:
"Usted, Madre, sabe bien que yo siempre he deseado ser santa. Pero, ¡ay!, cuando me comparo con los santos, siempre constato que entre ellos y yo existe la misma diferencia que entre una montaña cuya cumbre se pierde en el cielo y el oscuro grano que los caminantes pisan al andar. Pero en vez de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables (4); por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad. Agrandarme es imposible; tendré que soportarme tal cual soy, con todas mis imperfecciones. Pero quiero buscar la forma de ir al cielo por un caminito muy recto y muy corto, por un caminito totalmente nuevo".

Teresita nos enseña que, para contemplar el Rostro de Dios, con el cual quedaremos radiantes, tenemos que tener la audacia que nace de la humildad: reconocer y aceptar lo que somos: unos niños pequeños, débiles, pobres, que no podemos nada por nosotros mismos y así, arrojarnos con confianza a Sus amorosos brazos.  

 "Soy un alma muy pequeña, que sólo puede ofrecer cosas muy pequeñas a Nuestro Señor".

Lo mismo vemos en el Buen Ladrón, que fijando su mirada en los ojos de Jesús, se atrevió humildemente a pedirle que lo recibiera en su Reino. Sabemos la respuesta del Señor. Podemos esperar la misma respuesta de amor en cada confesión y en cada Eucaristía, que en este Adviento prepararemos con mucho amor, donde encontramos a Jesús que nos perdona, nos alimenta y nos ama y desea tenernos en Su Reino.

"El abandono, sólo el abandono a tus brazos me entrega, ¡Oh Jesús mío!, y es el que me hace vivir con la vida de tus elegidos. A tí, Divino Esposo, me abandono, y no quiero nada más en la vida que tu dulce mirada".


TE AMO, CRÉELO
Hoy te invito a que, en tu momento de oración, hagas como Teresita y como el Buen Ladrón. Atrévete a mirar a Jesús a los ojos y comprenderás con cuánto amor está esperando que confíes en Él.


Una vez que contemples los ojos de Jesús, ya no podrás dudar de Él, aunque tengas el alma como escarlata, como le decía Él a Santa Faustina Kowalska.


Resumiendo. Teresita nos enseña a mirar a Jesús y mirándolo, avivar nuestra confianza y nuestro deseo de que venga a nuestra vida. Eso es el Adviento.



ORACIÓN COLECTA PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO:

"Dios Todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el DESEO DE SALIR AL ENCUENTRO DE CRISTO, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo..."

Si quieres leer más de Santa Teresita, visita este enlace: BIOGRAFIA